Catalina fue
excepcionalmente rica en experiencias místicas. Cuando le faltaba fuerza para
llegar a la iglesiarecibía la Sagrada
Comunión directamente desde el Cielo.
MARIA:
Era muy feliz cuando
Jesucristo venía a Catalina en forma de Hostia blanca. Eso no se puede
describir con palabras. Sobre todo me acuerdo de ese olor de azucenas o de
rosas sin comparación con los perfumes de este mundo. Cuando Jesucristo llegó a
los labios de Catalina todos se arrodillaron con alegría, porque el mismo
Jesucristo llegaba a ella. Estuvo sobre su lengua mucho tiempo, No vimos a
nadie llevar la Hostia. Se movía en el aire llegando a la boca de Catalina. Más
tarde Catalina nos dijo que se la llevó el mismo Señor, y que estaba descalzo, llevando
un vestido blanco, muy largo. Pero nos dijo que su Cuerpo estaba todo cubierto
de heridas pequeñas, como si fuesen ocasionadas por un cuchillo. Llevaba
hendiduras grandes y pequeñas sobre su cuerpo, a semejanza de los pecados de
los hombres. De tal manera Jesucristo le ofreció su propio Cuerpo. Estos fueron
los momentos más felices de mi vida.